Entrenamiento para porteros: TOP Ejercicios de fútbol para porteros

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A la hora de crear un entrenamiento para porteros debemos tener presente que se trata de un ente diferente al resto del equipo, por lo que la estrategia a seguir en su preparación debe de ser concreta para el tipo de actividad física que va a realizar durante los encuentros.

La figura del portero es una de las más relevantes dentro de un equipo de fútbol, ya que, en muchas ocasiones es el último responsable de darnos la victoria o la derrota. Por ello, vamos a analizar los ejercicios que tanto cuerpo técnico como preparadores físicos recomiendan en un completo entrenamiento.

Habitualmente, los porteros cuentan con un tipo de entrenamiento específico para porteros que realizan en solitario, por lo que, aunque en ciertos momentos entrenarán con el resto de la plantilla, ellos cuentan con una preparación personalizada diferente al resto.

El objetivo es fortalecer y potenciar, tanto a nivel mental como físico, las partes de su cuerpo que más a exponerse durante los encuentros.

A continuación, vamos a detallar los ejercicios para profesionales del sector, pero no debemos olvidar que no solo es importante el entrenamiento, sino su previa planificación y su posterior visualización y repaso.

Y eso lo podemos conseguir con una aplicación para entrenadores de fútbol desde la que podamos crear ejercicios, calendarios, tipos de entrenamiento, jugadas, ver repeticiones, entre muchas otras imprescindibles.

Materiales de entrenamiento para porteros de fútbol

Un punto esencial antes de arrancar los entrenos es contar con el material acorde a la actividad que va a realizarse.

En el caso del guardameta podríamos señalar los siguientes:

  • Guantes acolchados y con agarre
  • Espinilleras.
  • Rodilleras.
  • Protección para codos.
  • Balón de reacción y de fuerza.
  • Barreras de rebote, defensivas y de tiros libres.
  • Saco de placaje.
  • Banda delimitadora.
  • Reboteador.
  • Material para entrenamiento multidisciplinar: Escalera de agilidad, conos, barreras …

Calentamiento

Los ejercicios de calentamiento para fútbol siempre van a trabajarse de manera específica, dependiendo de la zona del cuerpo en la que vayamos a enfocar la sesión.

Inicialmente se trabajará todo el cuerpo de manera global con estiramientos de tren superior e inferior y todas las zonas articulares, y después focalizaremos el entrenamiento en las zonas que vayamos a trabajar ese día.

Siempre debe estructurarse con ejercicios que vayan de menor a mayor nivel de intensidad para conseguir aumentar la temperatura muscular de manera dinámica y evitando que los porteros queden en estático mucho tiempo.

Y sin perder de vista que hay que trabajar ambos lados por igual.

Lo ideal es arrancar con ejercicios de desplazamiento, coordinación y flexibilidad como las carreras frontales, y laterales, con balón en el pie o pasándolo de una mano a otra.

Realizar unos trotes lanzando el balón al aire y receptándolo, los clásicos saques de pie y mano, saltos y caídas (con y sin desplazamiento) o despejes son algunos de los ejercicios que no pueden faltar.

El calentamiento de las falanges es uno de los puntos fuertes, ya que las manos son la extremidad más relevante del portero.

Un buen calentamiento de manos y dedos debe estar compuesto rotaciones de dedos y muñecas, dorsiflexiones y volarflexiones o estiramiento de los dedos, para dar paso a ejercicios dinámicos como por ejemplo los toques a balón con las yemas.

Una vez hayamos conseguido calentar la musculatura podemos introducir un par de series de ejercicios como las abdominales con balón, donde el portero tendrá que realizar una abdominal y al subir recuperar el balón que le estarán lanzando desde diferentes ángulos.

Los laterales con balón también son muy practicados. En este caso, el portero, situado bajo los palos, tendrá que posicionarse en uno de los laterales y en el momento que el entrenador de un aviso correrá hacia la esquina contraria, que será donde llegue el balón que el entrenador habrá lanzado. Una vez bloqueado o despejado, tiene que levantarse rápidamente para volver al palo inicial, y así una y otra vez.

Si se buscan ejercicios más específicos, recomendamos la lectura de nuestra guía para sesiones de calentamiento para porteros.

Saque de puerta

Uno de los puntos clave a la hora de planificar un entrenamiento para porteros es potenciar su control del balón, tanto para sacar como para los rechaces.

Es muy importante planificar el entrenamiento focalizando las metas que se quieran mejorar como la velocidad, la precisión y la efectividad de las jugadas.

En los entrenamientos se llevan a cabo varias series de lanzamientos por cada tipo de saque (volea, pie, meta, con la mano en corto o con bote) tanto en estático y como en movimiento.

Ponemos en marcha una sesión de pases de portería a portería (o a medio campo) entre portero y portero. Se realizan pases largos entre ellos con la mano, con el pie o mediante un saque de puerta.

Para practicar el saque con la mano se pueden hacer múltiples ejercicios, pero vamos a relatar uno sencillo y efectivo para potenciar la precisión de lanzamiento y la velocidad.

Se colocarán dos hileras de conos equidistantes para que el portero lance la pelota en raso intentando que pase entre ellos. Una vez la pelota llega y es receptada por el entrenador, el portero deberá zigzaguear entre los conos rápidamente y parar el tiro que le realizará el preparador.

Otra rutina destacada es colocar dos o tres porterías en la zona del centro del campo a la altura de las bandas. El entrenador le lanzará el balón al portero y éste tendrá que realizar el blocaje y lanzamiento de nuevo al exterior con el pie o con la mano.

Estas prácticas se aconseja combinarlas con el resto del equipo con una serie de ejercicios de tiro a puerta para trabajar conjuntamente las dos acciones.

Paradas

Llega el momento de centrarse en una de las acciones más complejas y que más resultados visibles tiene en el campo, las paradas.

Para llevar a cabo esta práctica, es muy importante recrear la situación simulada que vamos a tener en el terreno de juego.

Además de hacerlo de manera real, es muy útil acudir a aplicaciones como la pizarra táctica para poder visualizar cómo se ha realizado la jugada, crear estrategias de prueba y repasar todo lo hecho una vez finalizado el entreno.

Un ejercicio muy utilizado por los entradores es posicionar a los delanteros en diferentes lugares del terreno de juego (línea de área, centro de campo, zona de penalti, fuera del área…) y que lancen a portería de manera rápida. El portero tiene que evitar que el balón entre y devolver corriendo la pelota al siguiente jugador. Se trata de una ronda rápida de lanzamientos.

Puedes probar en estático o en carrera y para ir variando las acciones es interesante que vayan incorporándose a las jugadas más miembros de la plantilla.

Para perfeccionar los pases laterales, los reflejos y las paradas desde el punto de penalti, realizaremos una jugada a tres.

El portero comienza pasando el balón a un jugador situado en uno de los laterales, éste se lo pasa a su compañero, que estará posicionado en el punto de penalti para rematar directamente a portería.

En el caso de querer introducir un entreno para dos porteros, ponemos dos porterías, la estándar y otra en un lateral a medio campo y en el terreno de juego tendrá que haber cuatro jugadores.

La jugada comenzará cuando dos de ellos se realizan pases entre sí hasta lanzar a la primera portería (mitad de campo), si éste portero consigue realizar el rechace, el tercer jugador tiene que coger la posesión del balón, avanzar de manera rápida hacia el área y darle un pase al cuarto jugador que será el encargado de tirar a puerta. Y aquí entra en juego el segundo portero, que tiene que prever hacia donde van a dirigirse los jugadores tres y cuatro.

Uno contra uno

Las jugadas de uno contra una son unas de las más tensas para la figura del guardameta debido al nivel de presión que supone encontrarse con otro jugador sin apoyo del resto del equipo.

Antes de comenzar a preparar el entrenamiento específico para porteros hay que hacer hincapié en aspectos como la posición corporal y la distancia con el jugador atacante, el balón y la portería.

Para trabajar el centro de gravedad bajo, hay que realizar disparos y que el lanzador se sitúe lo más cerca posible del cancerbero. El jugador que haya marcado cambiará su posición a la portería e irán rotando. Cuanto más rápido se ejecute la jugada mayor nivel de dificultad tendrá.

También es usual realizar ejercicios variados donde el guardameta, posicionado en la portería, realiza pases a otro jugador situado en el borde del área. Éste lo recibe y avanza hacia la zona para comenzar el uno contra uno.

O, por ejemplo, el portero hace un pase lateral fuera del área a un jugador que lo lanza a otro compañero, y entre los dos avanzan al área para presionar y causar incertidumbre. Finalmente, solo uno de ellos llega para lanzar.

Lo mismo se puede ejecutar colocando a varios jugadores en la línea de penalti y simulando una jugada real con todo el equipo en el campo generando distracciones. Este ejercicio es muy positivo para focalizar el entrenamiento, no solo en el uno contra uno, sino en la atención, la concentración y la toma de decisiones.

En el caso de realizar el entrenamiento con otro portero se puede llevar a cabo un uno contra uno donde cada uno de ellos estará en disposición de defender su portería cuando el otro ataque.

Reflejos

Estar concentrado en previsualizar lo que va a ocurrir en la jugada siguiente es uno de los objetivos más directos de los porteros.

Y para ello, además de llevar encima muchas horas de practicar cientos de jugadas de prueba, hay que tener unos nervios de acero y ejercitar los reflejos.

El portero tiene que estar preparado para cualquier cambio de ritmo, de posición o de velocidad de los contrarios.

Para potenciar esta habilidad se recomienda practicar, de manera individual, el disparo de balón hacia reboteadores situados en diferentes puntos del campo. El portero tendrá que recoger el balón que estará moviéndose en cualquier dirección poco previsible. Esta jugada enseña a receptar lanzamientos inesperados y mejorar la concentración y reflejos.

También se puede practicar con jugadores posicionando al portero en mitad del campo entre dos conos que simulen la portería. Dos jugadores, por delante y por detrás, se dedicarán a lanzar balones en el momento que el portero consiga despejar el primer de ellos, creando así una ronda de tiros rápidos desde las cuatro esquinas.

Otra opción es jugar con la incertidumbre y ver la reacción del portero. Esto se consigue con un ejercicio donde el portero se coloca dentro de la portería, pero en este caso, estará en dirección visual hacia la grada.

El preparador, dentro del área, lanzará el balón de la manera que quiera y cuando toque el silbato el portero tiene que girarse y blocar el esférico. Una vez realizado, se da la vuelta de nuevo y volvemos a empezar. Los tiros deben realizarse desde diferentes ángulos, velocidades, posiciones y parte del cuerpo con la que se lanza para despistar al guardameta.

Hay que tener presente, a la hora de planificar los entrenamientos que este tipo de ejercicios de velocidad de reacción suponen un alto nivel de concentración por parte del portero, por lo que es recomendable pautar un par de veces por semana solamente.


Además de todos los ejercicios detallados siempre se puede completar el entrenamiento para porteros de fútbol con simulaciones de estrategias a balón parado como faltas directas, córner o penaltis.

Y sobre todo, es muy importante no solo trabajar el aspecto físico sino también el mental.

Debido a que el portero tiene el control sobre los derroteros del partido en muchas ocasiones y maneja altos niveles de presión, bien por la responsabilidad o bien por el tiempo de inactividad durante el partido. En este último caso, debe mantener activo por su propia cuenta.

Teniendo en cuenta que el portero es el único jugador que ve a todo el equipo no puede desconectar en ningún momento, ya que, junto al capitán, serán las voces cantantes en el terreno.

Por ejemplo, a la hora de realizar los saques debe visualizar en segundos qué jugador será el mejor posicionado, previendo la posible jugada futura.
O en el caso de encajar un gol, debe mantenerse fuerte y no decaer.

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